lunes, 13 de septiembre de 2010

La muerte de Diego Rodríguez

 
Hoy nuestra sociedad dio sepultura a otro joven de apenas 22 años, para que este se convierta simplemente en un número más en la estadística de muertos a consecuencia de accidentes de tránsito todos debemos tomar unos minutos para la reflexión.
 
22 un número muy especial para mi, 22 los años que llevo con mi esposa, 22 de febrero el nacimiento de mis mellizas que ya van a cumplir 15 años, la experiencia suprema de la vida y también a los 22 años tuve una segunda oportunidad de seguir viviendo, saliendo ileso de un accidente.
El 16 de noviembre de 1993, cambiaba mi fusca del 62 por un Gol diesel del 88, ese día había terrible tormenta que se extendió al día siguiente, el 18 aún con mal tiempo y ante la necesidad de entregar un local Wilow en Gorlero en Punta del Este, salimos a la mañana, durante muchos kilómetros circulé detrás de un móvil de caminera pero en la bajada antes de Pan de Azúcar, sentí que mi auto no tenía control y para no darme de frente me fui a la banquina y comencé a dar vueltas, terminamos ruedas para arriba, junto a mi esposa de 19 y otro chico de 22, luego que el mundo se detuvo, oprimimos las trabas de los cinturones de seguridad para caer sobre el techo, quiso el destino que apenas nos despeináramos y solo llorábamos por los hierros aplastados.
Un rato después volvió el mismo móvil de caminera y nos comento que no nos habían visto, que era muy común que los vehículos se fueran para afuera allí por el estado espejado del pavimento.
A mi regreso por mucho tiempo recorría mentalmente el accidente buscando que había hecho mal, poco después al ver el noticiero, otro joven en una Fiorino se iba para afuera perdiendo la vida, luego un ómnibus que se aplastaba su techo matando a dos señoras y luego otro ómnibus que al volcar mataba a una niña de 7 años.
Comencé a asistir a un grupo que se estaba armando, que se llamaba USAT Uruguay sin Accidentes de Tránsito, en su mayoría formado por padres que habían perdido a sus hijos en accidentes, como la mamá de una chica que murió sobre el parque en el Molino de Malvín, otra que su hija murió al ser embestida por un tipo que no respetó el cartel de Pare de Minas esquina Miguelete, lo que también hoy sigue sucediendo.
En todo esto aprendí mucho sobre el dolor, sobre la responsabilidad al conducir, sobre la importancia del uso del cinturón de seguridad, hoy con 800000 km. que he manejado, teniendo libreta para conducir taxis, camiones sin límite de carga y ómnibus sin límite de pasajeros, me permito opinar con un poco más de autoridad, de criticar la irresponsabilidad de nuestras autoridades, de nuestros intendentes, que dan a diestra y siniestra "licencias para matarse y matar"
 
Hoy en la tarde pare en Ejido y la Rambla, el lugar donde se produjo el accidente de Diego Rodríguez, este chico de 22 años jugador del Club Nacional, los noticiero contaron que la mañana del accidente el joven iba a doblar hacia Ejido y que supuestamente un vehículo que doblaba en U en forma prohíbida le habría obstruido la visual y una camioneta que venía a más de 100 km./h lo embistió al tratar de cruzar.
 
Es aquí donde debemos comenzar a analizar los hechos, porque ya no le podemos devolver la vida a Diego, pero si podemos buscar que nuestra estadística negativa no siga creciendo.
 
Un accidente en general pudo ser evitado tomando acciones de prevención y precaución, si existió un vehículo girando en U, no lo debió hacer, ya que la lógica indica que uno no puede doblar en U, en este caso en un cruce que esta flechado hacia arriba como es Ejido, pero como no se puede dejar librado este tema a la lógica, debe existir allí una clara señalización de prohibido doblar en U, la que allí no existe, como tampoco lo existe en los distintos puntos desde la Escollera de Sarandí hasta la calle Eduardo Acevedo que se da la misma situación pero con flecha hacia la rambla.
Por tanto en este punto la gran responsable es la Intendencia Municipal de Montevideo, que además en una rambla que se circula según lo establecido en la cartelería a 75 km. por hora, no cuenta con dársenas de entrada para poder doblar sin exponerse a estar detenido en medio del tránsito.
 
El camioneta que lo chocó según testigos circulaba a más de 100 km./h. y además hoy dice el informativo que tenía antecedentes en otros dos accidentes este año.
El exceso de velocidad, siempre priva a la otra parte del tiempo que le correspondía para poder cruzar, tocar bocina para que el otro no se tire, es simplemente una prepotencia que se usa a diario, ese tramo en particular es de los que se corre más en toda nuestra rambla, muy por arriba de los 75 km/h.
Pero parte de este problema radica en que no tenemos un registro nacional de conductores, si le retiran la libreta por exceso acá, siempre se sacó en otra intendencia, no importa cuantos accidentes protagonizó en el año, por tanto si queremos corregir en algo este tema, es inminente una libreta nacional.
 
También es parte en esta situación la impericia del conductor, porque está tratando de cruzar un cruce con tres carriles más un cuarto que es la senda de estacionamiento que también muchos usan, a lo que me atrevo a decir que también con el sol de frente conspirando contra su visión y nuestro sistema que no te forma para elevar el sentido de supervivencia.
 
Un hecho no menor que hoy pude comprobar en el lugar, es como muchos vehículos que salen de cargar combustible en la estación de Ancap, se tiran por Ejido contramano para ingresar a la Rambla nuevamente, lo que también puede distraer a un conductor o a los dos involucrados.
 
Simplemente en pocos minutos allí parado en una tarde de domingo se puede apreciar como decenas de vehículos doblan en U, exceso de velocidad, vehículos contramano, nada de señalización, la poca visual en una zona de curvas, por tanto este problema está totalmente en manos de la Intendencia Municipal de Montevideo para buscar soluciones.
 
Pero sin una campaña de educación, de sensibilización esto no se va a corregir, no se puede seguir entregando licencias de conducir de la manera que se hace, con preguntas absurdas y todavía recuerdo en el examen teórico para la licencia de ómnibus, una de las preguntas decía "como deber usar el corte de pelo el conductor, respuesta correcta dos centímetros por arriba del cuello de la camisa a la americana", si señores una pregunta de este siglo.
 
Señores Intendentes para el próximo Congreso de Intendentes, que este sobre la mesa dar solución inmediata a estos temas, solo aceptar vehículos circulando en correctas condiciones, sin importar su matrícula, test en todo el país, libreta nacional, seguro obligatorio y adaptar los departamentos de tránsito al crecimiento del parque automotor, pero por encima de sus conveniencias particulares, piensen en las vidas de sus hijos y nietos.
 
Liber Trindade
Cel. 094 43 18 28

No hay comentarios: