En la tarde de hoy, participé en una jornada informativa sobre la legalización del auto-cultivo de marihuana, cuyo objetivo era exponer de forma seria los argumentos a favor y en contra, y generar un espacio informativo y de reflexión al respecto.
Como oradores estuvieron los Diputados Fernando Amado (PC), Daniel Radio (PI), Martín Lema (PN), la Junta Nacional de Drogas y la representante de las Madres de la Plaza, faltando el Diputado Nicolás Núñez que figuraba en la convocatoria.
La posición de los Diputados, argumentó la defensa de los elementos que han manejado para estar presentando un proyecto de ley que habilite el auto cultivo y la eliminación de la pena dentro de determinados parámetros de auto cultivo. La posición contraria argumentó su proyección del aumento del consumo para el caso de aprobación de este proyecto, de que siete de cada diez consumidores de marihuana no produce problemas en nuestra sociedad, pero que los tres que si son problemáticos, aumentarían y por tanto lo hace más peligroso.
Por supuesto que se generó un duro debate, ante la presencia de muchos consumidores de marihuana, que defendían su derecho a consumir, su libertad de elegir, su necesidad del auto cultivo para no ir a las bocas de venta, exponiéndose a la venta de otras sustancias más nocivas.
En lo personal fui con la mente abierta para oír una y otra postura, para sumar elementos en el análisis de esta realidad. Es bueno entender el difícil momento que atraviesa nuestro entramado social, hoy leía que el subsecretario del Mides Lauro Meléndez, atribuía a los gobiernos neoliberales de los 90 la exclusión que hoy viven muchos, justificando el por qué de tanta gente en situación de calle de los cuales el 90% padecen problemas psiquiátricos o de adicciones, tal vez dejando un dato relevante que es que el el Frente Amplio ya hace más de 6 años que está en el poder y más de 21 en el Gobierno Municipal de Montevideo.
En este debate se puso sobre la mesa el tratamiento que se hizo del cigarrillo, que fue prohibido en los lugares públicos, pero que el gobierno no se debía inmiscuir en la casa de los ciudadanos, en este punto creo que lo primero en fomentar debe ser el respeto, el sentido común, uno ve como hay gente con niños pequeños, fuma dentro de su casa, o incluso en sus desplazamientos con los niños en el auto, apenas baja la ventanilla unos centímetros y el humo invade todo el habitáculo, esto debe estar prohibido por el sentido común y cuando este no prime, el gobierno debe hacer su parte, porque el derecho de ese fumador, comienza cuando comienzan los derechos de sus niños.
Quienes consumen, hacían su defensa del auto cultivo y yo me preguntaba, tantas veces que he oído hablar del hambre que se pasa en este país, cuantas veces oí hacer una defensa de conductas como el auto cultivo de acelga, de zapallos o cualquier otro alimento, parece ser más folclórico cultivar marihuana.
Cuando llegamos a este punto, es cuando digo, que legalicen la distribución, que esta se haga por canales formales como los cigarrillos, que tenga un importante costo y que tribute al estado, generando un fondo para trabajar en este tema, en la regularización, control, contención y asistencia, que todo esto no salga del bolsillo de Juan Pueblo.
Muchos defendieron su libertad de consumir, pero las libertades en nuestro sistema son relativas, porque cuando un padre de familia debe trabajar 16 o 18hs. para alimentar a sus hijos y termina aportando como un 75% de su sueldo entre impuestos directos e indirectos, ha perdido gran parte de su libertad, porque tiene que ceder 9 hs. adicionales diarias de su tiempo trabajando, para subvencionar a los que no trabajan, al mal funcionamiento del estado, a los que usan los hospitales públicos sin aportar, a los que se accidentan en motos sin ningún tipo de cobertura, etc, por tanto estos padres de familia ceden su libertad para que otros quieran por fuera del mercado formal ganar su libertad, aunque no puedan ver la otra realidad.
Vuelvo al punto, que la distribución tribute al estado, cuántos de las decenas de miles que consumen van a tener su plantita luego que lo legalicen? si vivimos en el país del cero esfuerzo y es más fácil comprar en un punto oficial de distribución, que andar complicándose en regar la plantita. Cualquier padre que vaya a comprar un medicamento para su hijo pagará impuestos, aunque este represente la vida como la insulina para un diabético, por tanto me parece muy ligero solo pensar en la plantita liberada, somos parte de una sociedad, las cosas justas, "acostumbrárte a pagar debe ser el mensaje, nadie tiene porque bancarte con su esfuerzo".
Es un tema difícil de tratar, se debe abordar, comenzar desde un punto cero, donde se realce el esfuerzo por el trabajo, trabajar dignifica al individuo, el estado debe generar oportunidades, reconocimiento por los emprendedores, un escenario propicio y certero para quienes se arriesgan, créditos para el inicio de actividades con interés razonables, no al borde de la usura.
Cuando el individuo encuentra este camino de superación, es más difícil que opte por el camino de las drogas, del alcohol, trabajemos por una sociedad solidaria, que a pesar de la presión de los corporativismos, promueva el crecimiento, es nuestra responsabilidad atacar estos temas, porque ya son demasiados los que están condenados por la mala elección de su camino.
Liber Trindade
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