viernes, 3 de diciembre de 2010

Parque Lecocq - parte II

Parece que en la vida es todo relativo y sin duda cada uno puede ver las cosas desde su óptica, puede haber matices o grandes diferencias, pero ninguna de las opciones puede conducir a la agresión.
Mi última nota en la que hacia referencia al Parque Lecocq, arrancaba comentando el tema del trueque de animales por bienes y luego copiaba una nota que había escrito este año, más exactamente el 17 de febrero comentando algunos aspectos que había observado en esa fecha, publicándolos en mi blog.
Parece que mis apreciaciones no gustaron a pocos lectores, encarrilando sus comentarios para el término "mentiroso" hacia el autor de la nota.
Bienvenidos sean todos los comentarios, los buenos y los no tan buenos, los que recibo en forma respetuosa, más tratándose de lectores con nombre y apellido o que de alguna manera si identifican.
Pero volvamos al punto que me importa, escribir siempre buscando soluciones, corregir la pisada, en aspectos que nos afectan a los humanos, pero en este caso más aún a los animales que son una de mis pasiones.
Comencemos por la puerta ya que alguien comenta "no se cobra entrada", en la foto podemos observar que dice "motos autos $ 40", lo bueno de esto es que representaba un pequeño ingreso para la caja chica del parque, con el que podían solventar gastos de funcionamiento de primera necesidad, que se administraba directamente en el parque, pero la burocracia dijo que estos recursos tienen que pasar primero por las arcas de la Intendencia Municipal de Montevideo, para que con mucha suerte vuelvan al parque donde son necesarios.
El parque en líneas generales sin tocar temas de fondo luce bien, pero como el tema es estar con los "ojos atentos" analicemos algunos puntos.
En infraestructura, los baños son lamentables, azulejos rotos con raíces saliendo de entres sus juntas, lavatorios inexistentes, un muy mal aspecto, en un país que estamos sobre una de las mayores reservas mundiales de agua dulce, tenemos canillas en un parque para niños con una leyenda "agua no potable".
Agua también necesitan los babuinos, con unos pequeños bebederos, que siguen en una jaula que no fue creada para albergarlos, totalmente superpoblada, más de 100 ejemplares, inclusive los hubo más que han muerto, hace años eran 25, pero los biólogos estuvieron estudiándolos para ver su comportamiento y reproducción, lo que se fue de las manos, con el número actual, en una jaula que no reúne las condiciones para que un veterinario pueda darles asistencia, con la cantidad y su agresividad cómo hace un buen hombre para ingresar allí, la jaula fue hecha para albergar aves.
Se los alimenta con lo que necesitan, se debería hacer tres veces al día, pero como solo hay un funcionario, se les da todo de comer a la mañana y para la tarde solo se mueven tras algún resto de cáscara de naranja.
La jaula ya está en muy mal estado y hoy ni siquiera funcionaba el cerco eléctrico que la protege, pudiéndose generar un mal mayor.
Mientras observaba a los ciervos, veía como sigue sin reparar la cerca, con los hierros de sujeción del alambrado totalmente sueltos, lo que podía hacer que cualquier pequeño se arrimara y cayera de la altura en el corral entre los ciervos.
En otro corral podemos observar a los antílopes blancos, que están en peligro de extinción, quedando el mundo unos 1000 ejemplares, acá comenzamos con 2 y ahora tenemos 37, deberíamos tener otro corral para 12 machos que están allí o buscarles otro destino en alguna reserva del país, pero siguen esperando la inversión.
El parque tiene atención veterinaria en las mañanas, luego en caso de emergencia se debe llamar a uno para que asista, por ejemplo en casos de animales caídos o hembras que están pariendo con alguna complicación.
Felicito la labor de los pocos veterinarios que trabajan y con el poco personal que disponen, con recursos mínimos, la ayuda de algunos estudiantes, con los que también no es fácil por el tema de los seguros, por algún accidente cuando trabajan en los corrales con los animales.
Acá no hay ninguna crítica a todos aquellos que con gran esfuerzo se  preocupan por este parque, por el contrario con mi nota busco sensibilizar y colaborar con ellos, para que la administración central de la IMM le dé la trascendencia que se merece este tema.
Lamentablemente me pregunto de la Intendencia Municipal de Montevideo, qué podemos esperar, si estamos hoy entre la basura, también estoy adjuntando una foto de como lucía la ciudad hoy, más allá de que también me traten de mentiroso.
A los que piensan que esto es politiquería, gran error, estas cosas pasan por la inacción de los políticos, ellos deben pensar, si los animales no votan, que sentido tiene preocuparse por ellos.
Si la Intendenta quiere tener una buena guía de cómo se gestiona un parque, no tiene que gastar mucho, tampoco va a ser necesario pagarle a ediles viáticos por viajes al exterior como les gusta hacer, solo tienen que hacer poco más de 180 km., visitando la Reserva Dr. Rodolfo Talice, por ruta 3 saliendo de Trinidad, donde también deberían ir todos aquellos que piensan que este parque está en buenas condiciones, allí conocerán los baños públicos con mejor mantenimiento del país, una increíble variedad de especies, en recintos con mucho diseño según las necesidades, con juegos para los chicos y además lo tenemos acá, en nuestro Uruguay Natural. 
Pero sin duda el Parque Lecocq es un paraíso para los animales que allí viven, el infierno está en el Zoológico de Villa Dolores al que le dedicaré la próxima nota.
 
Liber Trindade
 
 

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