jueves, 22 de enero de 2009

Sensación térmica

Una vecina de Haya de la Torre a metros de Estanislao López,hoy 21 de enero a las 11 de la mañana tuvo que ir al dentista, cuando regresó a las 12, le habían cortado una reja y le desvalijaron la casa.
 
Unas horas antes me comentaba un funcionario de mi empresa, me entraron a mi casa, me robaron todo lo que tenía en el auto, las herramientas, las cubiertas y me lo prendieron fuego.
 
A la tarde fui a Movistar a comprarle el teléfono que le robaron a mi esposa en el Shopping Montevideo, el que le había comprado de regalo de nuestro aniversario número 20, para reponerle el que le habían arrancado de los pelos, días antes en Camino Carrasco y 20 de Febrero, un día de semana a las 14 hs. mientras hablaba conmigo en la puerta de la marmolería.
 
Todavía me queda ir a la Comisaría para hacer la denuncia, ahora que llegué de las vacaciones y me habían robado una bicicleta, tras ingresar los amigos de lo ajeno al fondo de mi casa.
 
Parecería tendencioso mi testimonio, si no les contara que este es un problema que en lo personal arrastro desde el año 1993, donde me comenzaron a robar tres veces por año, me vaciaron la casa, la oficina, el local de ventas, varios vehículos, algunos se los llevaron, me vaciaron varias obras y puedo seguir un rato.
 
El tema que esto va en aumento, todos los días ves como matan gente, sin ir más lejos, no abro mi local, porque han matado a dos comerciantes en mi cuadra (a dos de 18 de Julio), en dos años, más las decenas de robos, vidrios rotos, ventanillas de autos en pedazos.
 
No tengo miedo a equivocarme en decir que el tema se les fue de las manos, los ejemplos son cada vez más sangrientos, el miedo se generaliza al igual que la impotencia, cada vez más gente se arma y dispara.
 
Todo el problema se reduce, a más o menos enojo por el uso de un sentimiento, "sensación térmica" por parte de la Ministra Tourne.
 
Ninguno de nosotros está a salvo, lo experimentó en la calle el Cr. Astori, el Ing. Martínez en su casa y cada uno de ustedes que están leyendo, porque difícilmente se haya escapado, por las dudas levántese y vea si está bien cerrada la puerta del frente y la del fondo, pero ojo con las llaves, porque estamos tan enrejados que por momentos sentimos que estamos sin salida.
 
Cuando pienso en los varios de miles de dólares que he perdido en estos años en robos tras robos, solo me queda agredecer estar vivo al igual que mi familia.
 
Pero ojo con hablar mal de la delincuencia, porque por un lado molesta la sensación térmica, pero por otro tenemos a la Ministra Arismendi, que le molesta que hablen mal de sus muchachos. 
 
Liber Trindade 

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