viernes, 2 de septiembre de 2011

Nuestras rutas, los camiones y la forestación

 
 
Sin duda para todos aquellos que hemos recorrido nuestras rutas por muchos años, es llamativo ver tantos camiones en nuestras rutas, a sus costados, en las estaciones de servicio, una postal que podíamos ver cuando saliamos a rutas de otros países de la región, en un viaje en la noche por ejemplo de Salto a Montevideo, eran pocos los camiones que circulaban, a tal punto que daban los dedos de las manos para contarlos.
 
Ya hace 5 años esta situación cambió radicalmente y por momento se vuelve muy difícil avanzar entre tanto camiones, largas filas desplazándose, en ambos sentidos, rutas muy complicadas cada vez más destrozadas y aún aquella en que se hace evidente su mantenimiento, cuando recién están siendo pintadas como el caso de ruta 5, ya se hacen evidentes los hundimientos, formando dos peligrosas zanjas, en especial en las vías con dirección a las pasteras.
 
Circular por ruta 5 a la altura de la ciudad de Tacuarembó es impactante, por la concentración de camiones a ambos lados de la ruta, solo una empresa tiene más de 200 camiones para el traslado de los troncos, muchos de los cuales se ven detenidos allí en la balanza, pero son muchas más las empresas que tienen una importante flota de camiones.
 
Salir de la ciudad de Rivera nos muestra una postal actual de adónde va nuestro territorio, uno puede mirar en uno y otro sentido, donde solo podrá observar forestación y más forestación, cada tanto algún vacio provocado por la reciente tala, donde están máquinas de gran porte haciendo su trabajo.
 
Pero otro elemento que también parece agravarse, es la cantidad de animales que podemos encontrar pastando a los costados de la ruta, en un suelo dónde los hombres con sus grandes superficies plantadas de árboles va desplanzando a los ánimales, en un país que no apunta a generar alimentos para el mundo, sino materia prima sin procesar para el mundo, para luego tener que importarla, como hemos hecho históricamente mandando lana e importando los buzos, dónde nada hemos aprendido.
 
Con una gran pastera en funcionamiento sobre el Río Uruguay, bastó para mostrar que carecemos de toda infraestructura vial, seguimos esperando en los carteles de ceda el paso en los puentes de importantes rutas nacionales, porque su ancho da paso a un solo vehículo, pero como si todo esto no sirviera como muestra, ya están en las gateras las nuevas pasteras y como no tenemos rutas, les vamos a acercar los árboles, desplazando a más animales, a más productores.
 
Sigo pensando que tenemos el mejor país del mundo para vivir, la naturaleza nos dió todo, el tema es lo que hacen los gobiernos, el daño que pueden hacer, por lo pronto creo que se lavarán las manos, total bastante papel ya tienen para secárselas.
 
Liber Trindade

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