Carta a mis amigos en mi cumpleaños

                                                            Montevideo, 3 de febrero de 2011. 

  

Estimados Amigos

En unos minutos cumpliré 40 años, por tanto me permito antes de entrar en la crisis propia de la edad de la que tantos hablan, detenerme un momento para compartir con Ustedes algunos pensamientos.

Siempre recuerdo mis momentos de adolescente, aquellos en que a veces pasaba hambre, donde era difícil visualizar un buen futuro, lo que había que vencer con el mayor esfuerzo y valla que si es cierto que con mucho sacrificio podes salir adelante.

Hoy sin duda el tiempo me lo marcan mis dos soles, Cinthya y Melissa que en estos días cumplen 15 años, motivo de inspiración, al igual que su mamá, María de Lourdes que me ha acompañado durante 22 años, en esta formidable travesía de formar una familia.

Llevo 27 años trabajando, pero este año llega a su mayoría de edad mi empresa, 18 años peleando contra todos los obstáculos posibles, contra toda la burocracia estatal, contra la crisis, hoy teniendo el orgullo de mi CASA ABIERTA, una empresa constructora de soluciones, que por momentos te lleva la vida, pero te da grandes satisfacciones y te permite hacer lo que te gusta, lo que te hace vibrar. También con mi centro de estudios CECATEC desde el 2003 hemos capacitado a cientos de estudiantes a lo largo y ancho del país.

Me he dado tiempo para trabajar en distintas organizaciones sociales, aportando trabajo en beneficio de nuestra sociedad, lo que te permite conocer mucha gente, comprender muchas cosas, ver lo mal que está nuestra estructura social y lo importante que es que cada uno de nosotros asuma el compromiso de generar acciones pensando en el colectivo, en esa línea acepté la invitación el año pasado para escribir en www.observa.com.uy lo que insume mucho tiempo, pero me permite atacar los problemas que veo a diario.

Hoy en mi interior vive aquel adolescente, lleno de proyectos, de ilusiones, que ve de reojo a este cuarentón, que lo ha logrado todo, siendo coherente en sus expectativas, que no ha dejado nada en el debe, más que horas de sueño, y siente profundamente que si volviera a nacer, sin duda alguna elegiría nuevamente cada instante de esta vida vivida, que en definitiva le dan forma a este tipo sencillo, demasiado directo, que siempre busca contagiar que nuestro destino depende de nosotros mismos.

Un gran abrazo, en este, mi cumpleaños número 40.