miércoles, 17 de febrero de 2010

Parque Lecocq

 
 
Hace algunos días escribía sobre el lamentable estado del Zoológico de Villa Dolores, del poco lugar que disponen animales en pequeñas jaulas para su porte, de la mala ubicación de este zoológico en medio de la ciudad y de la necesidad de su traslado, tal vez al Parque Lecocq como un posible destino.
 
Esta semana visité el Parque Lecocq, siendo este un lugar muy especial para que sus visitantes puedan pasar el día, hacer un asado, con buena sombra, lo que me llama la atención es que este Parque esta cerrado los lunes y martes, además su horario al público es de 9 a 18 hs., cuando el propio estado corre nuestro horario durante varios meses para permitir el mejor aprovechamiento de las horas de luz natural, realmente el horario parece absurdo.
 
Con respecto al estado del Parque, muy mala su pavimentación, desde el ingreso por la vieja ruta 1, cercas muy bajas, con mal estado de sus alambrados y peligrosos caminos con desprendimientos.
Apenas se pueden observar un par de carteles con la explicación de las especies animales que estamos observando, las que son muy pocas, grandes sectores vacios, donde se destaca un espacio con una gran fosa, que en alguna oportunidad supo tener leones, todo en estado de abandono.
Sigue en pie la gigantesca jaula, espacio para decenas y decenas de Babuinos, que en forma penosa caminan como en una peregrinación esperando que algún visitante les arroje algo de comer, dando toda la sensación que estos animales están muertos de hambre, no habiendo ningún tipo de desecho de alguna comida que hayan recibido. Algunos atinan a intentar tomar algún sorbo de agua, de agua bendita que se acumuló en pequeños charcos producto de la lluvia de la noche anterior, ya que un inmenso estanque luce sin nada de agua, en una semana que hemos padecido todos los días temperaturas muy por arriba de los 30 grados.
Sinceramente me gustaría que las y los Candidatos a Intendente de Montevideo, se reunieran a debatir frente a este gran infierno de estos animales, todo el sistema político es responsable del estado al que sometemos a los animales, nos han acostumbrado a vivir entre la basura, nos quieren acostumbrar a que somos unos seres indeseables, que no tenemos límites, que no nos inmuta el sufrimiento de los animales, estos animales no podrán ir a votar en Mayo, los Babuinos llegan a vivir 45 años en cautiverio, algunos de ellos ya debe hacer 20 años que están esperando un debate frente a ellos y seguro van a pedir muy poco, algo de agua, más comida y algunos troncos que emerjan de la aridez de la tierra, que les permitan a los más pequeños jugar un rato, trepar, colgarse, lejos de la descarga de la cerca eléctrica.
El pasador y el candado de la puerta de entrada a la jaula, delatan que hace mucho tiempo nada pasa por allí, los invito a todos a visitar a estos Babuinos, allí descubrirán en los que nos estamos convirtiendo.
 
Liber Trindade
 
Les adjunto un encale donde un Leopardo adopta una cría de Babuino  http://www.youtube.com/watch?v=6IbcDNfYITo.
 
Nota:
Los hamadríades (papios-babuinos) viven en ambientes más secos que el resto de babuinos (denominados colectivamente "babuinos de sabana"), pero necesitan beber con cierta frecuencia, por lo que los grupos no se alejan nunca de una fuente de agua. Duermen en cuevas o resguardándose entre las rocas, y tienen una alimentación omnívora, aunque la mayor parte de su dieta se compone de raíces y plantas grasas.

Los babuinos y humanos llevan vidas separadas en la mayor parte de África. No suelen ser perseguidos por el hombre, pero por su glotonería y ferocidad se les prefiere mantener alejados de las poblaciones. En algunas grandes ciudades de Kenia y Tanzania, algunos babuinos se han instalado en los vertederos de las grandes ciudades, donde se alimentan de despojos. Suelen diferenciarse de los babuinos silvestres porque adoptan un pelo grisáceo y un tamaño mayor que los salvajes gracias a su alimentación más abundante durante la infancia.

Los babuinos, en concreto los hamadríades, tuvieron un papel más importante en el Antiguo Egipto. Aquí se llegó a domesticarlos, enseñándoles a recolectar frutos de lo alto de los árboles o incluso a cuidar rebaños de ovejas. La palabra babuino, de hecho, es egipcia, y deriva del dios Babi, una de las formas adoptadas por Thot, que en este caso tenía la apariencia de un babuino tocado ocasionalmente con los cuernos y el disco solar típicos del panteón religioso egipcio. Las más antigua representación se data ca. 3000 a. C., habiéndose hallado una estatua de babuino, con el nombre del faraón Narmer inscrito.

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