En Santiago de Chile pude apreciar calles con estacionamiento tarifado, donde en cada cuadra un funcionario con una maquinita colgada de su cinturón, al llegar un coche le imprime un ticket, el cual lo coloca en el parabrisas y al retirarse el coche le emite otro comprobante y le cobra por el tiempo que estuvo estacionado.
De paso lo guía para estacionar y cuida el coche mientras su propietario se aleja.
Este sistema beneficia al propietario, que no tiene que molestarse como acá tratando de encontrar un punto donde le vendan el ticket, asegura que nadie pare sin pagar, pero sobre todo evita a los cuidacoches que nosotros tenemos, con situaciones de patoterismo y abuso.
De esta manera hay un funcionario haciendo su trabajo, en forma reglamentaria, cobra un sueldo, pero también contribuye con sus impuestos y da un mejor aspecto a la ciudad, logrando eficacia y seguridad.
Creo que es un buen ejemplo para instrumentar en Montevideo.
Liber Trindade
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